Set the fire to the rain.

Corrí y corrí tanto que ya no sentía las piernas, ni las manos de agarrar el vestido con fuerza para no tropezarme, pero estaba claro, no iba a parar hasta encontrarle. Por fin llegue a la plaza de siempre, a la hora de siempre, con la sonrisa de siempre y allí estaba él, como siempre con su mirada que hipnotiza con su todo y con su nada, pero era el y me estaba esperando, en ese momento me sentí la chica mas afortunada del mundo todo el cansancio que tenia de haber corrido se disipo como la Coca cola y llego un nuevo sentimiento que me hacia cosquillas, me gustaba y a la vez lo odiaba porque era algo nuevo para mi.

Miedo.

Me da miedo. Me da miedo seguir caminando, mirando hacia delante e ir dejando cosas importantes por el camino. Intento cerrar los ojos y olvidarme de todo y decir "no pasa nada, todo se arreglará" pero se que no es así, que todo terminó y que nada va a volver a empezar. Todo cuanto puedo decirte es que siempre estarás en mi corazón.

Por ti me levanto cada dia.

Ojala todo fuera tan facil como dejarse llevar... y bailar.
Dime lo que necesitas, dimelo y lo tendras en menos tiempo del que luce un relampago.
Dime, y dime, que es lo que quieres, te lo concedere solo con que me lo susurres al oido.
¿No te das cuenta?
¿Que el corazon se me el sale del pecho, que me flaquean las piernas, que me tiemblan las manos, que no puedo dejar de sonreir como una niña de tres años cuando le dan su piruleta cada vez que te veo, o, que estas cerca?
Cada vez que me sonries, se me iluminan los ojos.
Y si te acercas, el pulso se dispara.
Solo quiero una cosa, que me quieras, no te pido nada mas. Ni regalos, ni detalles, ni nada... que me quieras solamente, que yo a cambio te dare lo que me pidas.